El estudio internacional sobre el uso del teléfono móvil, cuyos resultados se esperaban desde hace tiempo, podría confirmar la posibilidad de un ligero incremento en el riesgo de padecer ciertos cánceres por parte de los usuarios pasados diez años.
En una comparecencia pública en la Asamblea Francesa organizada por el diputado Alain Gest (UMP, Somme) la epidemióloga y responsable de 'Interphone por la France', Martine Hours, comentó los estudios llevados a cabo en cinco países (en total, el estudio cubrió trece). Según ella, estas investigaciones no muestran que aparezcan efectos importantes cuando la duración de la exposición es inferior a diez años, sin embargo, a partir de ahí, 'podría existir algún efecto a nivel de neuronoma (tumor del nervio), glioma (tumor del sistema nervioso central) y, en menor medida, glándula parótida (la más importante de las glándulas salivares). En relación a los efectos del teléfono móvil, 'tenemos alguna incertidumbre, sin elementos que sean concluyentes', precisó. Según ella, el estudio 'es algo precoz' debido al hecho de que el móvil lleva aún poco tiempo en uso y un cáncer puede llevar de diez a veinte años en desarrollarse.
Por su parte, el neuro-oncólogo del Inserm, François Berger, consideró que 'las ondas electromagnéticas producen un impacto biológico indiscutible', las cuales son utilizadas, por otro lado, en las terapias. 'Aunque un efecto biológico no tiene por qué significar un riesgo necesariamente, sino que el riesgo es posible'.