La probabilidad de que esto ocurra es casi nula, pero no imposible, como descubrió un escolar al ser impactado, de pasada, por un meteorito.

El pedrusco caía a una velocidad de unos 40.000 km/h y, en su descenso, rasguñó a Gerrit Blank, de 14 años, mientras iba al colegio. Después, el meteorito continuó su trayecto intergaláctico de mil años hasta colisionar con el suelo, dejando un humeante cráter del tamaño de un pie. A Gerrit le quedó una cicatriz en la mano, convirtiéndole en una de las poquísimas personas en ser golpeadas directamente por un meteorito.

El estudiante de Essen, Alemania, declaró: 'Al principio sólo ví una gran bola de fuego y, de repente, sentí un dolor en la mano. Luego, una fracción de segundo después, se produjo una enorme explosión como si fuera un trueno.'

Originalmente, la roca debía haber sido más grande pero se desintegró en la atmósfera al caer a la Tierra. La mayoría de las estrellas fugaces de desintegrar completamente antes de llegar al suelo.

Ahora, los científicos están examinando el meteorito del tamaño de un guisante para descubrir su origen. La mayoría de los meteoritos provienen de la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años.

La posibilidad de ser impactado por un meteorito se considera 1 entre 100 millones. No existe ninguna referencia de que hayan habido fatalidades causadas por un impacto directo de meteorito. aunque existen algunos casos de animales que murieron debido a este motivo.

Una mujer de Alabama, Estados Unidos, fue herida mientras dormía en 1954. El meteorito de 4 kg la golpeó tras atravesar el tejado.

También, se cuenta que un monje de Milán murió a consecuencia de un meteorito en 1650 y que otro acabó con la vida de dos marineros en Suecia mientras navegaban en 1674.